Skip to main content

Has sufrido un contratiempo o un hecho inesperado que no has podido prevenir ni evitar. Ocurre pocas veces en la vida, aunque genera mucho sufrimiento y pone nuestra vida patas arriba.

¿Podemos hacer algo?

Exploremos las siguientes ideas:

1. ¿Qué decisión tomar?

No existe un proceso de recuperación infalible. Cada persona necesitará un tiempo y unas estrategias diferentes para volver a sentirse mejor después de un palo importante. Si te has notado irritable, angustiado o triste, ten en cuenta que se tratan de reacciones normales ante situaciones anormales.

Una vez calmadas las primeras emociones, conviene tomar una decisión entre:

a) Dejarse arrastrar por lo que ha pasado (pasiva)

b) Responder de manera firme a lo que ha pasado (activa)

Si te dejas llevar por cómo te sientes en ese momento, posiblemente optes por la primera alternativa. Pero sin duda, la segunda opción te puede ofrecer algo mucho más valioso y útil: resiliencia, es decir, la habilidad de sobreponerte al dolor emocional para continuar con la vida saliendo fortalecido. Yo lo veo un recurso muy potente para cuando las cosas se tuercen.

2. Entiende mejor tu propia recuperación

En mi práctica, he observado que muchas personas tienen la expectativa de que su recuperación seguirá una línea ascendente, progresiva y continuada. En cambio, lo habitual es que a lo largo de ese proceso, haya días que te sientas más calmado y contento y otros menos. Es lo normal, las recuperaciones reales no son lineales. Veamos la diferencia:

Post 6 recuperación lineal

Recuperación no lineal

¡No temas por las pequeñas caídas!

Recuperarse de un golpe significa un proceso de reajuste o aprendizaje, algo así como si dar un paso hacia atrás cada dos hacia delante. Esto te permitirá colocar tus emociones en su sitio y conseguir con tiempo suavizar los altibajos en una tendencia general ascendente.

Cada caída te servirá para aprender a levantarte. Aprenderás a sobreponerte más rápidamente y desarrollarás más tu capacidad de avanzar, no lo olvides.

3. Conseguir estar mejor 

Por fin llega el día en que te encuentras mejor, te sientes pletórico y feliz…

¡Felicidades! Esto es lo que llamo “sentirse bien”.

Ahora, ¿crees que es suficiente? ¿en qué porcentaje te volverás a sentir de nuevo angustiado, deprimido o irritable en un futuro…?

0%______________25%______________50%___________75%_____________100%

Siento desilusionarte, pero lo normal es que vuelvas a sentir malestar en el futuro en un 100% (y quizá más pronto de lo que esperabas)…Pero no desesperemos. Porque ya no hará falta que te preocupes cada vez que aparezca el malestar.

Para pasar de sentirte bien y conseguir “estar mejor” solo en necesario que te fijes y recuerdes qué te ayuda a recuperarte y sentirte mejor. Puede ser hacer actividades que te gusten o con gente cuando estás triste, sobrexponerte y enfrentarte a situaciones que temías que te generaban ansiedad, recordar un pensamiento positivo (y realista, por favor) que te de fuerzas cuando te sientas mal y estés bloqueado… Y vuelve a aplicar eso que te ayudó otras veces cada vez que lo necesites.

Utilizando las estrategias adecuadas, poco a poco, irás fortaleciendo ese músculo emocional. Algo así como un corredor que entrena distancias superiores a lo exigido para mejorar su resistencia y lograr cierto margen de seguridad de cara a las competiciones finales.

Conseguirás sentirte más preparado para los acontecimientos que vengan por delante y cada vez te resultará cada día un poco menos difícil salir de esos estados de ánimo negativos. Serán una oportunidad perfecta para volver a ponerte a prueba para superarte. Y podrás comprobar que tus mejoras no son casuales.

Pruébalo.

Funciona.

¿Cuando empezar?

Hoy no: ¡ya!

 

Si te ha gustado este post, danos tu opinión o compártelo con tus amigos en facebook o twitter !Gracias!

 

Foto Flickr – D. Sharon Pruitt