Skip to main content

Hace unos días encontré este vídeo de Olivia Remes por casualidad y quise compartirlo con vosotros. Se ha hablado mucho sobre la ansiedad, pero muchas veces desde la perspectiva de su funcionamiento fisiológico: por qué y cómo nuestro organismo responde con ansiedad, cómo la respuesta de ansiedad sirve para ayudarnos para enfrentar una amenaza real o percibida.  

Si bien, como psicóloga, durante el tratamiento psicológico también tenemos muy en cuenta otros aspectos de la persona que experimenta ansiedad excesiva (por ser ésta muy frecuente o muy intensa). Valoramos cómo cada persona responde y afronta la ansiedad.

Contando con que la ayuda psicológica siempre requiere un análisis idiosincrásico de la persona, mi experiencia clínica confirma las sugerencias que aparecen en este vídeo para gestionar la ansiedad. Probablemente, notes que, cuando estás ansioso/a, tiendes a realizar una serie de actuaciones, por ejemplo:

  • Evitar enfrentarte a lo que te da miedo.
  • Posponer tareas importantes.
  • Autocriticarte.
  • Exigirte hacer algo muy perfecto.

Y un sin fin de conductas de afrontamiento ineficaces… Es por este motivo por el que, si aprendemos a cambiar estas actuaciones, pasando a una estrategia de afrontamiento más activo (y menos evitativa), te posiciones frente a la situación que te genera ansiedad con una mayor sensación de control y confianza. De esta manera, podrás resolver el problema al que te enfrentas con mayor probabilidad de éxito, y lo más importante, aprenderás a gestionarte a ti mismo/a en situaciones difíciles.

Te recomiendo que veas el vídeo completo, pero por si el inglés no es tu punto fuerte paso a resumir con mis palabras las tres estrategias que señalan para hacer frente a la ansiedad:

  1. Empieza una tarea cuando tengas la oportunidad, no cuándo sea el momento óptimo-ideal-imposible. Aumentarás tu sensación de control y de autoeficacia. Aunque temas tomar decisiones, decide pasar a la acción con la información que dispongas y con tu situación presente. De esta manera no prolongas la indecisión ni te quedas bloqueado/a. Así, también comprobarás lo absurdo de muchos temores anticipados.
  2. Deja de criticarte en exceso o con términos muy duros, empieza a perdonarte por los errores del pasado y un primer paso es empezar a hablarte con mayor amabilidad. Una actitud compasiva y realista con uno mismo sin duda puede conducirte a muchas más cosas que si te culpabilizas una y otra vez. No olvides concluir qué puedes aprender de cada error o fallo y plantéate a qué te lleva realmente reñirte constantemente.
  3. Identifica y actúa de acuerdo a tus valores. Dedica tu tiempo a las cosas que te importan, no te centres en perseguir o cumplir las expectativas de otros ni en agradar a los demás. Si haces las cosas que tienen significado para ti y valoras los beneficios que tiene eso para ti y para otras personas, afrontarás las tareas difíciles con mayor comodidad y vivirás con mayor satisfacción.

¿Se te ocurre cómo llevar a cabo alguna de estas estrategias desde hoy?